Mi historia

Andrea Roach

Cuando era niña, estudié en el programa de inmersión francesa de mi escuela en Canadá. Solía decir que iba a ser traductora cuando fuera grande. De adolescente, estudié italiano en una academia local.

Pero luego, en la escuela secundaria, descubrí que era buena para las matemáticas y la química, así que decidí estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Columbia Británica, en Vancouver. Mientras estudiaba allí, me di cuenta de que me encantaba el español y empecé a aprender ese idioma durante mi tercer año como estudiante de intercambio en Inglaterra.

Después de unos años de trabajo como ingeniera de procesos en Bantrel Co. en Calgary, en la industria petrolera y gasífera canadiense, decidí que quería hacer algo diferente. Por eso, me fui a México a estudiar español y, tras una serie de acontecimientos, terminé trabajando en El Salvador durante dos años, primero en un proyecto sobre distribución de agua en una zona rural para la Cruz Roja Americana y, luego, enseñando inglés y francés y traduciendo esporádicamente.

Una vez que volví a Canadá, alguien me dio un CD de una cantante brasileña que se llama Adriana Calcanhotto y descubrí que me fascinaba el portugués… así que sumé otro idioma más. Al poco tiempo, me contrataron como asesora técnica internacional para Latinoamérica en el Centro de Tecnologías Asequibles de Agua y Saneamiento (CAWST), una organización de desarrollo internacional sin fines de lucro con sede en Calgary.

Pasé cuatro años trabajando en doce países de Latinoamérica, dando talleres sobre agua y saneamiento a organizaciones locales, organismos internacionales y entidades públicas. Casi todos los días, tenía que pasar de uno de los cuatro idiomas a otro y, en todo momento, le prestaba mucha atención al color local del español y el portugués que se habla en distintas regiones. Como amante de los idiomas, esta situación era un sueño para mí.

Ya exhausta de tanto viajar, volví a la ingeniería “tradicional”, pero en este caso trabajé para CH2M HILL en el tratamiento del agua a nivel industrial. En esa empresa, tuve la oportunidad de pasar casi un año en Brasil trabajando en proyectos de tratamiento de agua para Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), la fábrica de acero más grande de Latinoamérica. Allí pude traducir un montón de material porque trabajábamos muchísimo en colaboración con las oficinas de CH2M HILL de los Estados Unidos y Brasil.

En 2012, decidí que finalmente estaba lista para hacer la transición a la traducción como profesión de tiempo completo. Reduje mi jornada laboral en CH2M HILL, acepté el puesto de coordinadora de traducciones en CAWST (donde coordino la traducción de materiales de capacitación del inglés al español y al francés) y empecé a estudiar Lingüística en la Universidad de Calgary.

En 2013, volví a mudarme a la Costa Oeste de Canadá y obtuve la certificación para traducir del portugués y del español al inglés.